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Creo que del año 87 al 91 el 90% de música que escuche fue la obra de The Doors, supongo que esta banda le gusta a muchos de Uds. Pero lo que nos paso a mi y a mis amigos Gabriel y Camilo no es normal.
Estábamos totalmente fascinados por Jim Morrison. Analizabamos todo el material que existía sobre el, debo reconocer que Kerouac, Baudelaire, Rimbaud y muchos escritores llegaron a mi vida gracias a Jim Morrison.
Cuando salio la película de Oliver Stone la vimos 10 veces en 10 semanas. Mas de un sábado nos quedábamos en la casa de Camilo escuchando las canciones o leyendo sus poemas.
Y a su poesía es donde quiero llegar, cuenta la leyenda (y la peli de Stone) que para su cumpleaños numero 27 los técnicos del estudio le regalaron horas de grabación y Mr. Morrison se dedicó a recitar sus poemas con mucha tranquilidad, y por lo bien que se escucha su voz creo que con mucho placer.
En el año 78 los tres restantes miembros de la banda le pusieron música a esos poemas y el disco salió bajo el nombre de An American Prayer, este Título utilizado fue el mismo del tercer libro (y último) de poemas de Morrison. La edicion en cd apareció en 1995 con un par de bonus tracks.
Personalmente considero que Ray Manzarek y Cia. le siguen sacando mucho jugo al cadáver de Jim, pero este disco me parece una maravilla, el sonido y las técnicas de grabación habían mejorado mucho desde que ellos grabaron sus primeros discos, gracias a esto se puede escuchar a un Robbie Krieger muy inspirado y la bateria de Densmore que tiene ese sonido tan particular volvía a estar detrás de las palabras de Morrison.
La sensación que trasmite es que Morrison esta ahí, mas allá de que al ser un disco conceptual uno siente que esta en una misa, bastante pagana por cierto.
Mi mujer no olvidara nunca una noche cuando estábamos de novios, llegando a mi casa, yo completamente borracho puse el cassette y le recite el disco entero. Teniendo en cuenta que mi ingles no es lo que se dice una maravilla el espectáculo debió de ser bastante grotesco.
Mas allá de esta simpática y degradante anécdota les recomiendo que escuchen este disco y se sumerjan en el mundo que crea Morrison con sus palabras.

Prefiero una Fiesta de Amigos
a una Familia Gigante (Jim Morrison Dixit)

6 Comments

  1. Pues mira, ya habia escuchado algun poema pero no me sabia la historia, esta vez me has dejado el gusanillo para escuchar ese disco, a ver si me lo pasas luego!

  2. wOOOPS! Justo estoy escuchando a los Doors estos días! Comparto totalmente la definición de «Misa». La combinación de la musica de los otros tres y las letras y voz de Morrison hacen que se me salga el alma!

  3. Esta vez no me avistaste de que actualizabas la página, pero igual te seguimos vigilando.
    Por ahora, todo bien.
    Y cuidáte.

  4. Te acuerdas de Elvis / cuando movió la pelvis / del mundo, hizo plop / y nadie entonces podía entender…

    Veo hoy a Morrison sintetizado como un símbolo en un mar de símbolos en los 60 de Vietnam y del inconformismo del hippismo, digitalmente remasterizado y con los sentidos totalmente cambiados en los vacíos 80, cuando no imaginábamos que seríamos espectadores de la caída final del comunismo y del fin de la historia. El mainstream que todo lo puede se llevó los huesos de Père-Lachaise, lo transformó en Val Kilmer, le puso cuatro “oh, yeah” y, entonces, dos de cada tres adolescentes (y no tan adolescentes como Calamaro o Bunbury) se creyeron reencarnados en lugares muy lejanos en el espacio y el tiempo a Venice Beach como la España del pelotazo o la Argentina del Plan Primavera.

    Tambien yo, como muchos, conocí a Baudellaire y a Rimbaud gracias a Morrison, y tambien lo cite innumerables veces (con éxito diverso) a solo efecto de conseguir chicas. Hasta me sirvió para sacar un 10 en una asignatura de la universidad, tan cutre ésta como los “oh, yeah” de Val Kilmer; los años 90 menemistas lo permitían todo.

    Decía Umberto Eco que “lo que queda de la rosa es solo el nombre”, pero a diferencia de muchos íconos Morrison dejó al menos una obra que perdurará y una buena pensión a Manzarek & Cia. Y sigue mirando al mundo desde las camisetas, como otros símbolos de un tiempo que ya pasó (con la diferencia que, al menos, el Rey Lagarto no ordenó fusilamientos).

  5. Cierto es que el carisma que antaño tuvo Jim ahora está reducido a un par de símbolos mercantiles.

    – Mira, llevo una gorra del Ché… ¿Revolución Cubana?
    – Mira, llevo una camiseta de Jim Morrison… ¿The Doors tiene más de una canción?

    En fin… Jim era un poeta. Y lo sigue siendo si te atreves a escuchar sus discos.

  6. Hola, pues te cuento que mi relación (casi obsesión) con Jim Morrison tampoco es normal… Al escucharlo mi alma se teletransporta a otro universo, a una dimensión paralela y me embriaga un estado de éxtasis… Incluso he escrito cuentos sobre él y todoel asunto… Este hombre, a pesar de tener casi 39 años de muerto me excita como si estuviera vivo, sí, me excita…


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